plan estrategico
10 Jun. 2022

Cómo elaborar un plan estratégico para tu empresa

 

La situación de los mercados, las circunstancias económicas o los cambios en la demanda son factores que nadie puede controlar. Cualquier acontecimiento inesperado, como lo ha sido la pandemia de coronavirus durante los últimos años, puede dar al traste con los objetivos empresariales. Por eso, cada vez es más importante elaborar un buen plan estratégico, con el fin de reducir la incertidumbre en torno a la evolución de la compañía. 

A continuación te explicamos, entre otras cosas, en qué consiste esta herramienta de planificación estratégica y cómo elaborar un plan adecuado para tu negocio.

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Qué es el plan estratégico de una empresa 

El plan estratégico es un documento en que vienen representadas todas las decisiones estratégicas de una empresa durante un periodo de entre 3 y 5 años, incluyendo los objetivos, las metas que se deben alcanzar y la hoja de ruta que debe seguir la empresa.

Este documento establece las acciones que se tienen que llevar a cabo por parte de la empresa a nivel de organización para poder llevar a cabo todos los retos, desafíos y problemas que van surgiendo en el futuro, teniendo en cuenta que los mercados tienen cada vez más incertidumbre.

Los planes estratégicos plantean, a nivel general, una planificación de entre 3 y 5 años, aunque va a depender del tipo de empresa, el entorno y el sector en que opera, de los objetivos marcados y del proceso de maduración de los resultados.

Pasos para elaborar un buen plan estratégico

El plan estratégico pretende abarcar una serie de elementos fundamentales dentro de la compañía. Se deben seguir los siguientes pasos que deben estar presentes en cualquier plan estratégico:

PASO DESCRIPCIÓN
Análisis interno Para elaborar un plan estratégico se debe adaptar a la situación interna. Depende del entorno en el que trabaja, de sus características y, en general, de su idiosincrasia, la compañía tendrá unas necesidades u otras que se deberán abordar de forma correcta. 
Análisis externo Una vez que se analiza la actividad que se realiza internamente en la empresa, ha llegado la hora de hacer una revisión del entorno en que opera la empresa y determinar en qué posición se encuentra en el mercado.
Definición de objetivos Tras realizar el análisis interno y externo, debemos determinar los objetivos. En este proceso debemos analizar la competencia para buscar y poder encontrar las oportunidades que existen en el mercado. 
Diseño de la estrategia Después de establecer los objetivos, llega la hora de realizar un diseño de la estrategia que va a seguir en la empresa. Es uno de los pasos más importantes y críticos, debido a que es el momento cuando se definen las auténticas hojas de ruta que la empresa debe seguir en los siguientes años. 
Implementación y puesta en marcha Cuando se defina la estrategia, toca implementarla. La estrategia afecta a todos los departamentos y a todos los trabajadores de la empresa. Esto es importante, ya que todos los trabajadores deben conocer la dirección que va a seguir la empresa y pueda realizar su actividad. 
Evaluación y control Una vez implantado el plan de actuación, toca medir los resultados para realizar la confirmación de las expectativas o decidir nuevos pasos estratégicos.

Planificación económica

Resulta evidente que, cuando hablamos de planificación económica, nos estamos proyectando al futuro, haciendo el ejercicio de imaginar la situación que deseamos para la empresa en un momento posterior. Para que esta proyección resulte efectiva, debe seguir unas reglas:

  • Las estimaciones deben ser razonables.
  • Han de seguir el criterio coste-beneficio. 
  • Deben ser revisables y fáciles de adaptar a cambios. 
  • Tienen que ser elaboradas sobre bases reales.
  • El personal debe participar en su elaboración.

El proceso presupuestario se inicia con el análisis del mercado y de las ventas que espera la compañía para el período analizado: si vamos a satisfacer necesidades y deseos de nuestro mercado, deberemos estimar su volumen (cuántas unidades o servicios sería necesario distribuir).

Una vez fijado este punto, podremos volver la vista hacia la capacidad de producción existente en la empresa. En el caso de que no sea suficiente, tal vez haga falta plantear un presupuesto de nuevas inversiones que nos permita asumir la producción necesaria.

Llega entonces el momento de que cada departamento elabore sus presupuestos operativos, que permitan producir y distribuir la cantidad de ventas estimada. La integración de todos los presupuestos operativos en la cuenta de pérdidas y ganancias previsional nos indicará si el plan es eficiente desde un punto de vista económico, es decir, si genera o no beneficios. 

En el caso de que la ratio de rentabilidad económica no ofreciera los resultados esperados, deberíamos revisar de nuevo los presupuestos operativos o la cifra de ventas estimada.

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El presupuesto de tesorería

Si los beneficios antes de intereses y tasas estimados (BAIT) ya fueran aceptables, deberíamos analizar la financiación requerida a través del presupuesto de tesorería

Este maneja un horizonte de 1 año y sus finalidades son la ejecución táctica y la activación de la utilización de líneas concretas de financiación. En él se analizan los tres tipos de flujos de caja que se deben tener en cuenta:

  • El flujo de caja operativo, derivado de los presupuestos operativos, pero teniendo en cuenta la fecha de los movimientos financieros de fondos (cantidades cobradas y pagadas y momento de cobro y pago).
  • El flujo de caja de inversión, derivado de los cobros y pagos con motivo de los presupuestos de inversión o desinversión de la compañía.
  • El flujo de caja de financiación, derivado de los cobros y pagos con motivo de las actividades de financiación, como la recepción o amortización de los préstamos.

De esta manera, vemos que la gestión del presupuesto de tesorería es una eficaz aliada para lo siguiente:

  • Gestionar la obtención de recursos, la negociación con los bancos y la inversión de excedentes.
  • Planificar el control de riesgos y las políticas de inversión a corto y a largo plazo.
  • Controlar las desviaciones presupuestarias y de las cargas financieras.
  • Analizar la estructura financiera de la empresa, gracias a que las previsiones de tesorería se integrarán en el balance de situación previsional.

En definitiva, un buen plan estratégico ayuda a mejorar los procesos de toma de decisiones en una empresa, debido a  que disminuye los tiempos y los recursos que se destinan en las decisiones y permite anticiparse a riesgos futuros. Por tanto, es una herramienta necesaria para todas las empresas, no importa su tamaño, que deben trabajar de forma cuidadosa para disminuir la incertidumbre.

Si quieres desarrollar un plan estratégico para tu empresa, puedes ayudarte de un software como EKON Proyectos, que te permitirá realizar desde su diseño y planificación hasta la ejecución de los recursos, compras y facturación.

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