ryanair
2 Nov. 2017

Lecciones aprendidas del problema de Ryanair

 

La gestión eficaz del absentismo es un elemento clave de la gestión de RRHH. El reciente problema de Ryanair ha puesto de manifiesto la importancia de una buena gestión de las ausencias. Recientemente, la compañía anunció la cancelación de más de 2.000 vuelos, con una afectación de varios meses, debido, entre otras cosas, a una mala programación de las vacaciones de sus pilotos. Ha supuesto un coste de más 30 millones de dólares y una caída del 3% de sus acciones, por no hablar de los miles y miles de clientes insatisfechos, más de 310.000. La gestión adecuada de las personas es vital para todas las organizaciones, en particular aquellas cuyos resultados dependen de la prestación de un servicio al cliente. Con la utilización de las herramientas y tecnología adecuadas pueden evitarse estas situaciones.

Así pues, la gestión eficaz del absentismo es un elemento clave de la gestión de RRHH. La Asociación de Mutuas (AMAT) cifra el coste del absentismo laboral del año 2016 en 75.875 millones de euros. A medida que avanzamos hacia una economía basada en servicios, las empresas que quieran tener éxito deberán cambiar su forma de operar. La retención del cliente se gestionará con la entrega de lo que el cliente quiere, de la manera más rápida y eficiente posible, lo que significa que las empresas serán, más que nunca, más dependientes de sus empleados.

Muchas organizaciones aún no tienen los sistemas preparados para administrar adecuadamente su plantilla, por lo que no pueden medir las implicaciones en la productividad y en el grado de satisfacción de sus clientes. Controlar proactivamente esta información y disponer de sistemas adecuados para gestionar el absentismo y planificar los empleados, puede evitar problemas y permite utilizar esta información para mejorar la satisfacción del cliente.

Según el VI Informe Adecco sobre Absentismo, en el 2016, la tasa de absentismo se ha situado en el 4,88%. Los costes relacionados con las personas suele ser uno de los más importantes y el absentismo puede suponer un riesgo importante a la hora de mantener estos costes bajo control. El promedio de días de ausencia perdidos por empleado es de 11 al año. Los estudios demuestran que la gestión proactiva de ausencias puede reducir este grado de absentismo de una organización. El coste de la ausencia no sólo afecta al de la persona que se ha ausentado, a ello hay que añadirle el coste de la persona que ha de sustituirla para asegurar la continuidad del servicio.

Muchas organizaciones tienen serios problemas para gestionar las tareas y la planificación de la plantilla en el corto plazo requeridos. No existe buena visibilidad de quién está ausente, ni de la previsión de los días de ausencia. Es por ello que, supone un gran reto gestionar el absentismo de manera efectiva para asegurar el cumplimiento de los servicios de negocio. Las organizaciones globales se enfrentan, además, al reto de cumplir con las regulaciones de cada país.

Las nuevas tecnologías nos ayudan a promover la gestión eficaz de los RRHH y a alertar sobre posibles problemas en la planificación de las personas, ayudando a prevenir problemas de personal. Una buena gestión de ausencias debe gestionar de forma proactiva ausencias abiertas, enfermedades y accidentes laborales, organizar tareas, actualizar a las personas afectadas y llevar un registro de todas las situaciones. De esta forma, las organizaciones pueden gestionar con anticipación el absentismo.

Dentro de ekon HCM se incluye el software de gestión de Capital Humano más avanzado para la gestión administrativa de los procesos internos, consiguiendo que la organización abandone el papel y automatice el control de presencia y la planificación de horarios y tareas. Es un auténtico instrumento de apoyo para conseguir los objetivos de gestión y servicio. Además, facilita que los actores (directores y gerentes, administrativos, usuarios, etc.) tengan una visión global y en tiempo real, con el fin de poder gestiona con rapidez las solicitudes internas, cualquier interacción con el empleado, el control de los procesos y costes de la actividad, y optimizar el rendimiento corporativo, administrativo y de toma de decisiones.