Los avances tecnológicos en el sector de la salud y nuevos modelos de atención como la salud digital o la telemedicina se benefician de la inteligencia artificial. Ahora el acceso a la atención médica resulta mucho más sencillo, ya que no es necesario desplazarse para conseguir asistencia profesional y basta con una consulta medica online. La integración en la salud de la inteligencia artificial es, en parte, responsable del éxito de estas consultas a distancia, pero no es su única aplicación.
En la construcción moderna, las aplicaciones de inteligencia artificial emergen para transformar un sector. La dependencia tecnológica, antaño temida por su sombra de costos iniciales, se convierte en la musa que impulsa la eficiencia. No obstante, las denominadas «soluciones inteligentes» desvelan un mundo de posibilidades, desde la gestión de recursos hasta la optimización de procesos. Es más, desafían la resistencia inicial del sector con la promesa de suculentos retornos a largo plazo. En este contexto, la digitalización empresarial no solo implica una metamorfosis técnica, sino una revolución para la mejora en la calidad de construcción.
Aquí, la detección de problemas, cual ojo experto y diligente, se erige como el guardián de la integridad estructural. Mientras, la privacidad y seguridad de datos, hasta ahora un muro impenetrable, salvaguardan la confidencialidad en este nuevo paradigma constructivo. La construcción del futuro se forja en el crisol de la tecnología, donde la IA, con su mejora continua, está redefiniendo los cimientos del progreso.
Principales aplicaciones de la IA en la construcción
La inteligencia artificial ha desatado una revolución en la construcción, pues ofrece una gama diversa de aplicaciones que transforman cada fase del ciclo de vida del proyecto. Desde la planificación hasta la ejecución, se convierte en un aliado estratégico para la detección de problemas. La optimización de procesos, la planificación predictiva y la gestión eficiente de recursos destacan como las vanguardias de esta revolución tecnológica. Todo ello, a su vez, logra afianzar una seguridad mejorada.
En concreto, hablamos de un campo de la informática que se enfoca en crear sistemas para realizar tareas que normalmente necesitan inteligencia humana. Tal es el caso del aprendizaje, el razonamiento y la percepción. La Comisión Europea la define así: sistemas de software (y posiblemente de hardware) que, ante un objetivo complejo, actúan en la dimensión física o digital. Con dos características:
- Perciben su entorno, por lo que adquieren e interpretan datos estructurados o no estructurados.
- Razonan sobre el conocimiento, procesan la información derivada de estos datos y deciden las mejores acciones para lograr el objetivo deseado.
Automatización de tareas repetitivas
Esta no solo es una de sus principales aplicaciones, sino uno de sus grandes beneficios. Sin costos iniciales para la detección de problemas, se erige como una fuerza disruptiva al eliminar la carga que suponen las labores y actividades rutinarias. La automatización de tareas repetitivas impulsa la eficiencia y libera recursos para enfoques más estratégicos. Además, con la ventaja añadida de proporcionar privacidad y seguridad de datos.
Estos son algunos ejemplos prácticos:
- Clasificación de materiales. Facilita la identificación y clasificación a fin de agilizar procesos que anteriormente precisaban tiempo y esfuerzo manual.
- Generación de informes. Tanto para técnicos, asesorías inmobiliarias, promotores o constructoras, el gran caballo de batalla. ¿Solución? La inteligencia artificial los elabora, de modo que garantiza la precisión y consistencia en la documentación.
- Optimización de inventarios. Otra implementación de valor, en este caso sobre los niveles de existencias, para evitar pérdidas y perfeccionar el nivel de reposiciones.
- Control de calidad continuo. Sí, aunque no lo parezca, también esta es una labor repetitiva, que se puede simplificar en diferentes estándares. Es el caso de la detección de irregularidades o para aumentar la consistencia en la ejecución de tareas.
- Gestión de programación y tiempos. Automatizar el seguimiento de plazos permite una mejor coordinación, previene conflictos y asegura que cada fase del proyecto se complete en el tiempo previsto.
Predicción de riesgos y mantenimiento predictivo
Esta segunda aplicación es imprescindible. La capacidad predictiva se despliega con fuerza en el sector, ya que anticipa riesgos potenciales y posibilita un mantenimiento sin precedentes. Igualmente, detecta errores sorpresas en la obra y maximiza la longevidad de las estructuras.
Imagina un escenario donde sensores inteligentes identifican microdefectos antes de que se conviertan en problemas graves y, así, facilitan las intervenciones preventivas. Esto ya se se puede realizar en el caso de la localización temprana de desgaste en los componentes críticos de un puente, por ejemplo.
Esta anticipación no solo ahorra gastos de reparación, sino que también afianza la seguridad en el tiempo. Y lo que es mejor aún, lo consigue manteniendo un riguroso control en la privacidad y seguridad de datos. Esto asegura la confidencialidad de la información sensible.
Optimización del diseño y planificación
La inteligencia artifical se convierte en el arquitecto virtual, porque redefine el diseño y la planificación de proyectos. A través de algoritmos avanzados, obtenemos una optimización continua que maximiza la funcionalidad, eficiencia y sostenibilidad de las construcciones. Incluso considerando factores tan dispares como la distribución de espacios, los costos iniciales de los materiales o la operatividad de los sistemas de climatización.
Esta estrategia eleva la excelencia laboral a lo largo de toda la vida útil del trabajo y, al unísono, aporta sostenibilidad a largo plazo. Asimismo, la detección de problemas durante la fase de diseño evita onerosos ajustes técnicos durante la ejecución. La IA se convierte así en un socio estratégico desde los primeros trazos del plan hasta la finalización de la obra.
Beneficios que aporta la IA en la construcción: mejora en la calidad, mejora en la gestión
La integración de la inteligencia artificial despliega una revolución de beneficios. Se convierte en un faro guía que aporta una significativa mejora en la calidad de construcción. Aquí, sus sistemas avanzados de analítica predictiva elevan los estándares, lo que asegura estructuras más sólidas y eficientes.
Simultáneamente, redefine la administración y la organización por completo, pues optimiza procesos y recursos para proyectos más eficaces. Este avance, sin comprometer la privacidad y seguridad de datos, señala la convergencia entre la innovación tecnológica y la integridad en la industria. Marca el inicio de una nueva era de construcción inteligente y sostenible.
Mejora en la calidad de construcción
Dicho de una manera coloquial, su intervención es demoledora. Hasta tal punto que redefine los estándares de calidad en la industria. Al incorporar sistemas de inspección visual, análisis de datos avanzado y aprendizaje automático, detecta incluso las imperfecciones más sutiles. Además, incluye una seguridad mejorada que incrementa la integridad estructural y hasta la propia estética de los proyectos.
¿Cómo consigue la mejora en la gestión de proyectos? Entre otras, con estas características de trabajo:
- Inspección visual detallada y minuciosa. Identifica imperfecciones estructurales que suelen pasar desapercibidas con métodos convencionales.
- Análisis avanzado de materiales. Aquí también interviene a favor de la calidad, ya que evalúa elementos para que cumplan con los criterios necesarios que garanticen la durabilidad del proyecto.
- Detección proactiva de defectos. La inteligencia artificial anticipa defectos y problemas, para permitir intervenciones proactivas antes de que se conviertan en costosos inconvenientes.
- Optimización de diseño arquitectónico. ¿Es posible? Sí, sobre todo cuando estudia y actúa sobre la distribución de cargas.
- Monitoreo continuo de calidad. Una misión que los humanos no podemos alcanzar. Sería inviable económicamente para cualquier empresa. Sin embargo, la IA realiza un seguimiento constante y automático de la calidad durante todas las fases del proyecto. Desde el mismo inicio hasta, si la hubiera, la demolición del edificio.
Mejora en la gestión de proyectos
Del mismo modo, la gestión de proyectos alcanza nuevas alturas con la implementación tecnológica. Desde la programación hasta la asignación eficiente de recursos, los algoritmos posibilitan una toma de decisiones más rápida y precisa. Igual que en otros apartados, aquí la detección de problemas se convierte en un elemento crítico. Minimiza los costos iniciales y avala la eficiencia operativa en mano de obra y materiales. En este caso, contar con las herramientas idóneas es imprescindible.
Reducción de desperdicios y eficiencia energética
Cabe recordar que los sistemas de IA emplean reglas simbólicas o aprenden un modelo numérico. Incluso adaptan su comportamiento al analizar cómo el medioambiente se ve afectado por sus acciones previas. En este caso, también impacta positivamente en la sostenibilidad.
Al analizar patrones de consumo y proponer soluciones eficientes referidas a la inversión de costos iniciales, contribuye a la reducción de desechos. O lo que es lo mismo, alinea el desarrollo de la construcción con principios mucho más ecológicos.
Retos y desafíos éticos y legales que afronta la aplicación de la IA en la construcción
A pesar de sus múltiples ventajas, su utilización enfrenta retos cruciales. La autonomía de las decisiones algorítmicas, la privacidad y seguridad de datos y las cuestiones de responsabilidad son los principales. Todos ellos requieren una cuidadosa consideración.
Por consiguiente, hay que llevar a cabo una búsqueda. Aquella que defina el equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de derechos fundamentales; una especie de encrucijada que la industria debe abordar con prudencia y responsabilidad.
Transparencia y responsabilidad algorítmica
En primer lugar, la opacidad de los algoritmos es el mayor desafío ético actual. Garantizar la transparencia y la comprensibilidad de las decisiones algorítmicas se convierte en un imperativo; igual que la nítida designación de responsabilidades en caso de decisiones erróneas. O peor aún, en aquellos que proporcionen métricas intencionadamente falsas.
El análisis de datos avanzado, aunque prometedor, plantea muchos interrogantes. La gestión responsable de la información se torna esencial para evitar abusos. ¿Hay que lograr que la tecnología beneficie a la sociedad? Sí, sin duda, pero sin comprometer valores éticos fundamentales. La transparencia y la responsabilidad son los cimientos cruciales para una adopción ética de la inteligencia artificial.
Prueba de ello es lo que estamos viviendo ahora. Informes y decisiones basadas en fórmulas digitales para procesos de selección de empleo. Son muchos los profesionales de RR. HH. que alertan sobre posibles sesgos y falta de transparencia en los criterios de evaluación.
Privacidad y seguridad de datos
Aquí se abre otro debate relacionado con la seguridad mejorada. La recopilación masiva de datos en proyectos de construcción impulsados por IA es tan imprescindible como la misma tecnología.
Sin embargo, este avance plantea interrogantes acuciantes sobre la protección de la privacidad y seguridad de datos sensibles. Asegurar su integridad es una prioridad crítica, casi una dependencia tecnológica. Un ejemplo destacado es el manejo de información geoespacial con IA para la planificación urbana. En este escenario, la exposición indebida puede tener repercusiones significativas en la intimidad de los ciudadanos.
Así lo refleja Stuart J. Russell y Peter Norvig, profesores de la Universidad de Berkeley, en su libro Inteligencia Artificial: Un Enfoque Moderno. En él establecen cuatro tipos de sistemas: los que piensan y actúan como humanos y aquellos, que de igual forma, piensan y actúan racionalmente. Conviene tenerlo en cuenta.
Impacto en el empleo y formación
Al referirnos a la detección de problemas, no hay que olvidar la parte humana. La automatización de tareas repetitivas genera preocupaciones sobre la pérdida de empleos en la construcción. Sobre todo, sabiendo que no conlleva costos iniciales de implementación laboral. Abordar este desafío implica la redefinición de tareas y también la inversión en formación requerida por la nueva era tecnológica.
El valor de negocio en construcción con IA
¿Cómo se obtiene la mejora en la gestión de proyectos? Gracias a la innovadora automatización. En Cegid Ekon, combinamos las actividades de nuestros clientes con el profundo conocimiento del análisis de datos avanzado. Esto es, ofrecemos soluciones I+D perfectamente adaptadas a tus necesidades.
Al principio hablábamos de la antigua reticencia a la dependencia tecnológica, pero hoy ¿quién está exento de ella? La inteligencia, tanto la humana como la digital, es un concepto complejo de definir. De hecho, aún no existe una definición formal y universalmente aceptada. En cambio, lo que sí sabemos es que el futuro ya está aquí, y ha llegado para quedarse.
En nuestro caso, Cegid Ekon, llevamos décadas preparando este horizonte. Somos líderes en soluciones de gestión empresarial en la nube.. Cuenta con nosotros. Queremos ayudarte para que dediques más tiempo a preparar el futuro que a analizar el pasado. Consúltanos, estamos a tu servicio.
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