Hasta ahora, el capital mínimo para constituir una SL (sociedad limitada) era de 3.000 euros, a partir de su entrada en vigor, se podrá hacer desde solo un euro.
Además, los trámites se harán de forma telemática y en tan solo 10 días, resolviendo así una de las principales quejas de los emprendedores: la burocracia. La visita presencial al notario, los trámites interminables y la inversión en tiempo y dinero dificultaba mucho el emprendimiento. Esto provocaba que comenzar un negocio en nuestro país se convirtiera en un viacrucis, que muchos abandonaban.
Al calor de la nueva normativa, el Gobierno ha impulsado los sistemas CIRCE (Centro de Información y Red de Creación de Empresa) como canal de gestión telemático. Esta plataforma, junto con el DUE (Documento Único Electrónico) serán las principales herramientas para formalizar los nuevos negocios. En cualquier caso, para las SA (Sociedades Anónimas), el capital social para su constitución no varía y sigue siendo de 60.000 euros.