Qué tipos de mermas hay en la industria y cómo prevenirlas

La viabilidad de una empresa de cualquier tipo puede verse afectada por lo que conocemos como mermas. Aunque estas pueden variar y ser diferentes según el sector al que pertenezca la compañía, en el caso del industrial el concepto tiene un significado claro: las mermas son pérdidas en la cadena de suministro.

Por tanto, se definen como la pérdida de valor de las existencias que hay en el almacén. En otros términos, las mermas son la diferencia entre el stock reflejado en la contabilidad (existencias teóricas) y el físico, aquel del que se dispone para la fabricación (existencias reales). Así, cuando aparece este desajuste, disminuye el volumen o la cantidad de material disponible.

Ahora que ya estás en situación, también debes saber que la merma no posee valor de reventa. Es decir que no puedes vender esas existencias resultantes, a diferencia de los desperdicios, a los que sí puedes dar salida a un precio menor. Este es el aspecto en el que se distinguen ambos conceptos referentes a las pérdidas de una compañía.

Tipos de mermas que pueden darse en la industria

Las mermas pueden ser difíciles de detectar de forma inmediata. Además, una vez que se convierten en grandes pérdidas, pasan a considerarse deterioros. Debes procurar que no lleguen a tal magnitud. Así que, antes de saber cómo prevenirlas, es importante que conozcas las causas de las que pueden derivarse.

A grandes rasgos, este tipo de pérdidas pueden ser de dos tipos. Por un lado está la merma normal, que se da cuando se utilizan las existencias para los procesos productivos. Aquí, solo un exceso en la producción prevista puede ocasionar el descuadre de números. Por el otro, existe la merma anormal, que se da cuando ocurren accidentes fortuitos o situaciones imprevistas.

La mayoría de las mermas son de este segundo tipo, y estas son sus posibles causas:

Caducidad

Esta variable depende mucho de la clase de existencias que tengas. Si tienen fecha de caducidad, debes mantener un serio control sobre cada lote y producto de tu stock. Eso es fundamental para evitar tener que renunciar a su uso en un momento dado porque está caducado e incumpliría los estándares de seguridad y calidad.

En este sentido, también debes vigilar que tus materias primas no se echen a perder porque el almacén sufre un sobrestock. Eso sucede cuando se tienen más existencias de las que se necesitan habitualmente para la fabricación y los cálculos desvelan que se recibe más cantidad que la que demanda la producción.

Otra circunstancia que puedes experimentar es que el mercado te defraude y, por causas que no puedes controlar, tus productos finales no se vendan tanto como se esperaba. En ese caso, las materias primas podrían caducar si no se usan en los tiempos previstos.

Roturas

La siguiente causa más común de las mermas es que un producto adquirido para la fabricación sufra una rotura. Esto puede ocurrir por una mala manipulación por parte del personal o por una mala ubicación en el almacén. Así como por un mal manejo por parte del transportista o por un fallo productivo que lo ha vuelto defectuoso sin que el proveedor se haya percatado.

Sea cual sea el caso, debes identificar dónde está el problema para darle solución y que no vuelva a repetirse.

Error administrativo o contable

Por una mala gestión cuando haces el pedido o por un mal registro del mismo al recibir la mercancía también pueden aparecer problemas de stock. Todo esto se engloba en errores humanos administrativos o contables que hacen que los inventarios no cuadren. Incluye el traslado tardío de la información, la falta de actualización de los sistemas, etc.

Mala recepción

En la propia tarea de recepción de los productos es otro punto en el que puede haber fallos, sobre todo por no revisarlos correctamente. Se debe comprobar que no llegan dañados, caducados o con un mal embalaje, que no falte ninguna unidad dentro de los lotes y que no haya desajustes con los precios o un mal etiquetado, entre otros errores.

Transporte deficiente

Nunca debes quitar el foco de la logística. Es fundamental verificar que el proceso de transporte de la mercancía se complete con éxito, en los plazos y tiempos acordados. Además, hay que mantener unos niveles de seguridad y de calidad acordes a un servicio excelente.

Robo

Por último, pueden darse casos de robo que provoquen mermas, bien por parte de clientes deshonestos o de trabajadores de la plantilla que se aprovechen de su posición laboral. En caso de sospechas, conviene actuar en consecuencia, prudentemente.

Medidas para prevenir las mermas

Sufrir estas pérdidas de existencias repercute negativamente en la economía del negocio por varias razones. Primero, porque aumentan los costes de inventarios y, segundo, porque se elevan los gastos de mano de obra, así como otros costes de producción. Especialmente en el sector industrial.

Para evitar estas consecuencias, puedes llevar a cabo medidas preventivas como las que te describimos brevemente a continuación:

Revisar y reforzar, si es necesario, la seguridad en todos los procesos, desde la cadena de suministro hasta la fabricación final. Debes prevenir los fallos, por lo que te recomendamos utilizar un software ERP para industrias que monitorice las actividades.
Seleccionar personal cualificado y honesto para evitar el denominado robo hormiga, así como el desperdicio de materias primas por un uso indebido. Puedes recurrir a exámenes psicométricos e incluso pedir referencias a otras empresas. Además, conviene supervisar el trabajo de los empleados actuales.
Comprobar que la producción sea acorde a los estándares de calidad. Para minimizar las mermas, los operarios deben conocer y aplicar bien las normas a la hora de trabajar con la mercancía. Para favorecer esto, los empleados han de contar con espacios de trabajo que faciliten las funciones, no que las entorpezcan.
Producir según la demanda real. Esto implica saber con precisión la cantidad de unidades que se han de fabricar y calcular el material necesario. El uso del software industrial de Ekon puede ayudarte en esto también.
Gestionar los procesos con un ERP. Por ejemplo, el control de inventarios, para que no se cometan errores en los registros de entradas y salidas. O las tareas de contabilidad y finanzas, para las que puedes contar con un programa de gestión financiera.

Ya ves que en Ekon podemos proporcionarte soluciones tanto sectoriales como departamentales. Reducir las mermas es mucho más sencillo si cuentas con software que aporte excelencia operacional, predictibilidad y adaptabilidad, entre otras ventajas.